jueves, 24 de diciembre de 2009

Air Comet, otra estafa al éstilo Air Madrid

Una compañía aérea como Air Comet, que cubría trayectos frecuentes entre España y Latinoamérica ha cerrado dejando a miles de pasajeros en tierra, los cuales no podrán pasar esta Navidad junto a sus familias. 
Hay que tener en cuenta que muchas de estas familias invierten gran parte de sus ahorros en poder viajar a sus países originarios y que a día de hoy no saben si podrán recuperar todo su dinero, si podrán viajar en los próximos días o si alguien les dará una solución pronto.


Después del fiasco de Air Madrid, una compañía de similares características y de la que Air Comet se benefició tras su quiebra, nadie se explica como en tan poco tiempo puede producirse de nuevo un suceso similar.


Video de AERONOTICIAS donde se resume la situación de los afectados.

Pero no son solo los pasajeros los afectados, unos 750 trabajadores, que llevaban ya varios meses sin cobrar su sueldo ahora se quedan sin trabajo y sin expectativas de cobrar lo que les deben.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Para atrás como los cangrejos...

Mientras que en un Estado de Derecho como es el español se intenta avanzar en pro de la libertad, la defensa de los Derechos Humanos, etc. Nos encontramos con determinados medios de comunicación que disfrutan poniendo trabas al Gobierno o que intentan convencernos de algo que solo llega a una generación de personas que nacieron en el primer tercio del siglo pasado.


Algunos ejemplos de "Intereconomía TV":


¿La presentadora y el reportero se lo están creyendo?





jueves, 10 de diciembre de 2009

Murcia reacciona tras la decisión de un juez

Siento no haber posteado antes pero acabo de volver de vivir unos días de vacaciones en Estambul. Quizá de ahí venga mi post de hoy, después de unos días maravillosos; al lado de gente que quiero y conociendo a gente que querré por mucho tiempo. Vuelvo a la cruda realidad y ardo en deseos de volar de nuevo a cualquier parte.


Ya antes de mi partida estaba más o menos al tanto de la problemática surgida a raíz de unos restos de origen árabe hallados en lo que era el Jardín de San Esteban de Murcia, donde el Ayuntamiento de Murcia pretendía construir un Parking. Ayer, mientras aterrizaba en el Aeropuerto de Alicante se vislumbraba el fin del conflicto y se concluía todo con un PARKING NO, PATRIMONIO SI. 





El poder de la gran mayoría de los ciudadanos que, unidos y haciendo mucho ruido, día tras día han apoyado la conservación del hallazgo llegó hasta la redacción de LaSexta y lograron que anoche este hecho alcanzara una repercusión nacional abriendo el informativo de la citada cadena.



La reportera de La Sexta durante la retransmisión en directo.


Parece que los políticos que tanto apoyaban la construcción de este parking han dado marcha atrás, no sin el empujoncito de un juez, quien tras su decisión de paralizar las labores de expoliación, ha obligado al ejecutivo murciano a retirar el proyecto. ¿Centro de interpretación árabe adaptado al turismo? ¿reconstrucción del jardín respetando el legado? Eso ya se verá, pero de momento un 10 a la ciudadanía murciana y un 5 al Ayuntamiento, todo el curso suspendiendo para aprobar en la repesca.


Aprovecho para denunciar algo que me ha indignado y mucho, con mi móvil no se me escapa una (perdón por la calidad de las fotos).
¿Qué carril-bici es este? (Y que conste que he captado un tramo de los mejores). Ahora entiendo a esos políticos que anuncian que de la noche a la mañana construirán kilómetros y kilómetros de carriles para bicicletas.








martes, 1 de diciembre de 2009

Xenofobia y arte caminan de la mano

Fue un verano diferente; mi primer viaje en avión, el primer gran amor, los lazos más fuertes de amistad que nunca volvería a experimentar, etc. Aunque todo eso me marcó hay algo que llevando la vista atrás me hace hoy reflexionar, darme cuenta que las paranoias mentales se curan con terapias de choque.

Contaba con 18 años cuando decidí embarcarme en aquella aventura que me llevaría a pisar por primera vez el continente africano, cierto es que me dirigí a uno de los países más avanzados del norte de África y en compañía de decenas de jóvenes de diversos países de Europa, algo que suavizaba bastante este reto. Túnez, y más concretamente la ciudad de Sousse al este del país, me acogió con los brazos abiertos.

No sólo conocí tunecinos que nunca olvidaré, durante más de una semana pude intercambiar experiencias culturales con todos los participantes; autóctonos y visitantes, que como yo, no apostaban mucho por esa mezcla África-Europa, por lo menos esperábamos chocar en muchos aspectos, algo que nunca pasó y si así fuera, estábamos en ese lugar y en ese momento para aportar nuestro granito de arena.

Caminábamos por la ciudad de Sousse, jugábamos en la playa, realizábamos actividades artísticas o incluso elaboramos nuestro propio periódico, comprábamos en los zocos mientras se escuchaba la llamada a la oración, pudimos visitar lugares de gran interés como El Djem (nada que envidiar al Coliseo de Roma) o la ciudad de Sidi Bou Said (la Ibiza tunecina), éramos felices sin pensar en nacionalidad, religión ni en cualquier otro motivo que pudiera frenar lo que sentíamos en nuestro interior. Mezquitas con minaretes nos rodeaban, pudimos visitar alguna de ellas de igual modo que podríamos haber visitado la Catedral de la Almudena en Madrid o el Templo luterano de Helsinki.

Toda esa historia que viví y las emociones que recorrieron mi cuerpo, en un verano en el que pienso que maduré brutalmente en tan solo 10 días, son simplemente una forma de mostrar el poder de la unión de culturas, la sana tolerancia y el compartir experiencias y opiniones para alcanzar un objetivo común; la realización personal a través del intercambio cultural.

Y ahora me despierto, varios años después, y desde mi ciudad, en el sureste español miro hacia la Europa con la que comparto muchas leyes, y cada día más, la Europa con la que sé que algún día alcanzaré de nuevo muchos de los sentimientos que me produjo la experiencia de Túnez.

El reciente referéndum impulsado por el Partido Popular Suizo, metido a promotor artístico, en el que pretende decidir sobre “Miranetes SI, miranetes NO” apoyándose en una sociedad que aún no ha abierto los ojos y no ha sido formada sobre los valores de los Derechos Humanos y el respeto a otras culturas y religiones. Paradójica es la decisión adoptada por suiza si tenemos en cuenta la cantidad de suizos que visitan enclaves turísticos del norte de África, donde en muchos de ellos no tienen ninguna Iglesia católica para poder seguir practicando su devoción pero tanto o más delito tienen el Partido Popular Danés o la Liga Norte italiana, que apoyan el resultado de la votación (anti minaretes, por desgracia) y proponen que se lleve a cabo también en sus territorios.

¿Qué sería de Bélgica, corazón de la nueva Europa, sin su numerosa población de origen musulmán? ¿Qué sería de los campos y costas españolas sin sus agricultores y pescadores que rezan a Alá? La solución es, sin duda, una combinación entre los derechos de los ciudadanos de cada país y las religiones que profesan en su intimidad. Si por mí fuera; ni mezquitas de Alá, ni catedrales de Jesucristo, ni templos de Buda.

Ya que la religión, arte y costumbres no son compatibles con mis ansias de destrucción y, además confieso que me gusta dejarme caer por edificios religiosos en mis frecuentes viajes (pero aviso, por mera motivación artística), también me gustaría poder visitar en Europa mezquitas con sus llamativos minaretes, o mejor, ¿y si levantamos estas últimas junto con iglesias católicas? Quizá daría como resultado la Mezquita-Catedral de Córdoba, un ejemplo de que el arte y las religiones (aunque lamentablemente enfrentadas) pueden unirse para ofrecer a nuestros ojos un maravilloso regalo.

Interesante contraste arquitectónico en la Mezquita-Catedral de Córdoba
(fuente: infocordoba.com)