sábado, 20 de febrero de 2010

Mazón y su afán de destrucción

Si ya en otro post sobre las mezquitas en Europa utilicé mi propia experiencia personal a modo de hilo conductor no veo por qué no debería de hacer lo mismo en este, más aún cuando sería incoherente si en el actual artículo no me posicionara en el mismo bando que en el anterior, el de la lógica.

Recuerdo que contaba con 10 años cuando tras una comida familiar junto con mis padres, tíos y primos decidimos emprender una bonita excursión hacia la cima de una colina. Con nuestros mejores atuendos de domingo y tras ascender por escaleras que apenas se intuían y cuestas de tierra resbaladiza conseguimos alcanzar los pies del Cristo de Monteagudo, la imagen del Cristo desde su base es impresionante y las vistas de Murcia y toda la Vega Baja del Segura son únicas e irrepetibles, en mi retina están almacenadas y nadie podrá borrarlas... Mi tío Gabriel, que nació en Monteagudo, nos contó de forma muy didáctica como fue la construcción del Cristo, lo que para la población de la zona significa, la función del Castillo durante la Guerra, etc. Me resultó extraño que mi tío no me hablara de nada relacionado con el Cristianismo o el mundo de la religión cuando se trataba de un Cristo pero años después entendí, que la figura que divisamos cuando entramos a Murcia sin importar el punto cardinal en el que te encuentres, es algo más que un símbolo religioso, se trata de la personalidad de una población.

El abogado José Luis Mazón solo busca notoriedad, fama, que se hable de él, de eso no me queda ninguna duda, pues como sabréis ahora le ha dado por la Cruz de la Muela de Orihuela en su caravana destructora por el Levante español. He sucumbido a su propósito pero, antes de hablar de él por primera y ultima vez, sucumbiré también a mi placer, al placer que me supone hablar de lo que quiera y de quien quiera en mi blog y denunciar injusticias como esta.

No entiendo a gente que hace dos días estaba encadenándose a los restos islámicos de San Esteban y que hoy quieren tirar el Cristo de Monteagudo, no entiendo que haya gente que pueda disfrutar acabando con la idiosincrasia de una población o de una nación. Personalmente no tengo ninguna duda en que restos del franquismo y otras imágenes que hacen daño a gran parte de la población sean borradas de nuestras calles y lugares públicos, aunque también creo que es discutible su destrucción pues se trata de parte de nuestra historia y cosas que en el ámbito público o privado deberían de tener la opción de conocer todos nuestros descendientes. En el caso de estos "símbolos", que no hacen ningún daño a nadie y que para algunos son representaciones cristianas y para otros lugares de historia o de ocio, creo que está totalmente sacada de contexto su posible desaparición.

Imagen del Castillo/Cristo de Monteagudo

Imagen de la Cruz de la Muela de Orihuela